Sunday, September 10, 2006
Vuelta al mundo
Descubrí que el otro extremo del mundo
Era el otro extremo de mi casa
Dispuse lo innecesario
Y me puse en camino
Atravesé cordilleras
Domésticas
Buscando el mar
En los accesorios
Viajando de espaldas
Siempre que me fue posible
Ofrecí pan
Y conversación
A quien me
Ofreció
Calor y transporte
Y me aboné
a todas las manos
inventándome sus dedos
preferí el milímetro
al kilómetro
el baño
a la cocina
y pernocté
en el frigorífico
junto al sargo congelado
y a la leticina
escalé la cima de la cisterna
y agoté las reservas
de papel higiénico
sitiado por una humedad
que no quiere ser agua
consciente
podría decir
que ya he llegado
muchas veces
de viaje
que ya reconozco
mis muebles como
propios
me sobran motivos
para decir
no sé nada
y bajar despacio
de esta oportunidad
pero no creo
que lo haga
porque a mi lado
recorro todas las calles
como si fueran
la misma
porque traigo
palabras que no sé
qué significan
pero acuden cuando las llamo
acaso me conformo
con lo que no tengo
y administro esta realidad
de abecedario
para no olvidar
que te fuiste
por esa escalera
a veces sueño
yo también
con explorar
el espacio
de una galaxia a otra
conquistando estrellas equívocas
y agujeros gris marengo
pero tengo algunas
responsabilidades
ineludibles
como sacar a mear
tres veces al día
al tiempo que dejaste
a mi cuidado
tener limpio el planeta
por si vuelves
antes de la cena
o blindar la cama
contra el frío
para no desacreditarte
ante las sábanas
revelamos nuestro contenido
como si lo supiéramos
como si no tuviéramos
dudas
si alguna vez supimos
algo
lo olvidamos
de tanto hablarlo
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